Boyzinlovefics

sábado, 11 de abril de 2009

THE EYE PATCHS

Autora: Shinya
Pareja: KyoTo/ mencion de DxS

N.A: Como ya me disculpe antes! mmh... saludo a la Rei 8D NOTA: Recordar que a Shinya los DEG [Die mas que nadie] le dicen ''Yamo''





Cap1. ''I N E E D IT''


Trepaba con dificultad a pie las lóbregas escaleras. Ayudándose de sus extremidades superiores…aquellas querían ceder, su cuerpo no daba para más, su corazón y su mente estaban en ocaso, no había razón por la cual avanzar, solo tenía una imagen… lanzarse a su cama a descansar. Había bebido demasiado, más de lo que él alguna vez imaginó. Se sentía el hombre más imbécil de todo el maldito planeta, no había respetado nuevamente las reglas… él, aquella persona tan bella y sonriente ahora desearía matarlo. Se sentó a los pies de la cama intentando mantener su cuerpo enhiesto, pero sus manos no eran el suficiente apoyo, cayó en seco al suelo con los ojos atestados en finas lagrimas ¿Por qué estoy llorando? Se inquiría a si mismo sin encontrar respuesta. Golpeó el suelo con su puño, incrustándose un pedazo de astilla que ahí reposaba. No gritó, no lo había sentido, su dolor interno era más fuerte que el externo, aun que la herida había provocado sangrado. Se quedó estático por unos segundos mirando el suelo, en algún momento esa lesión le había provocado una sensación agradable. No era su culpa ser masoquista, pero en aquel estado todo comportamiento excepcional era completamente válido. Desafiando a su interior caminó como pudo hacia el baño, tomó desde dentro del botiquín de emergencias un bisturí y luego de quitarse los pantalones intentó dañarse una de las piernas ¿de verdad no había más camino que ese? Él como todo borracho… estaba exagerando. Presionó con furia el artefacto en su extremidad desnuda dejando caer apesadumbradas gotas de sangre al suelo pero justo en el instante que sus ojos comenzaron a brillar sintió los reposados pasos de alguien subiendo las escaleras.

- Kyo, ¿por qué haces tanto ruido? Yamo no puede dormir…
Die había llegado en ese instante a la habitación, pero no encontró más que a un rubio tranquilo y sosegado sobre las sabanas, aparentemente durmiendo. Así de rápido como subió…bajó llegando hacia el primer piso con un semblante confuso. Caminó hacia la habitación donde esperaba el castaño mientras se rascaba la cabeza con la mano derecha.
- Estaba durmiendo, Totchi…
- ¿estás seguro?
- Supongo…
El azabache estaba sentado sobre la cama junto a Shinya, mientras este último le acariciaba la cabeza con ternura.
- Te dije que no había de que preocuparse…
- Estas soñando cosas extrañas todas las noches he? – inquirió Die – de seguro algo debe de ser… ¡quizás un mal presagio!
Una mirada acentuada de parte del castaño dejó callado a Die en un instante.
- Lo siento …
- Tranquilo, quizás mis sueños realmente me lo están diciendo… Kyo ya no me quiere.
- Otra vez, ¡ya basta Toto! Kyo si te quiere, quizás solo pasa por un estrés o alguna cosa de esas tontas emocionales, yo se que te quiere…
- ¿Por qué estas tan seguro de eso, Die? – inquirió aun mas afligido el azabache.
- Porque conozco sobre ese tema, yo también estoy enamorado…- Profirió con voz atribulada el rojizo mirando directamente a Shinya. El castaño por su parte desvió la vista hacia otra parte e intento hacer caso omiso a aquellas palabras. Sonrojado agachó su cabeza.
El azabache enderezó su cuerpo alejándose del castaño, suspiró luego, ya no quería pensar más en Kyo, en su bella sonrisa, en sus románticas palabras, esas seguro serian enviadas al olvido.
El pelirrojo enseguida tomó asiento sobre la cama que estaba junto a la de Shinya. Pensó en volver a dormir, pero eran las 6 am. Ya iba salir el sol ¿Qué caso tenia? Ya se había desvelado, todo por culpa del amor que sentía por el menor.
- Me voy a dormir… a las 7 tenemos ensayo, traten de no salir de la habitación que si Kao los ve despiertos se va a enfadar
Toshiya luego de emitir estas palabras caminó pausada y silenciosamente hacia su habitación. Se sentía mal despertando a Shinya para decirle que había tenido otra pesadilla, ya iban cinco noches con esa costumbre, su amigo no tenía la culpa, tampoco Die, que era el que siempre subía a ver si Kyo estaba durmiendo. El azabache tenía claro que Kyo salía en las noches cuando todos dormían y volvía a las horas después haciendo como si nada hubiese pasado, lo escuchaba llegar en la madrugada siempre, dando pasos bruscos al suelo y subiendo hacia su habitación, solo a él se le había ocurrido dormir en el ático, de todas formas era un lugar acogedor, frio, pero de todos modos agradable, tenía un baño y el espacio perfecto para una cama. El rubio tenía mucha suerte, la única persona que podría regañarlo de mala forma era Kaoru, el hombre con el sueño más pesado de toda la banda.
- ¡Toto espera! – Exclamó Die antes de que Toshiya desapareciera por el pasillo.
- ¡Cállate idiota! – exclamó el azabache de vuelta. Die agachó la cabeza apenado.
- Es que… se me ocurrió una idea, no se… para que Kyo vuelva a fijarse en ti
- Mmmh… ¿de qué se trata?
- Luego te cuento, pero por lo menos conmigo funcionaria – Dibujó una gran sonrisa un tanto pervertida en su rostro asustando un poco al Azabache
- Ok ok… no pierdo nada con intentarlo





El rubio, luego de que Die abandonara la habitación, ahogó un grito de gran dolor. Su herida había rosado las sabanas con frecuencia dejando estas blancas llenas de líquido rojo. Caminó rápidamente hacia el baño y cogió desde el botiquín unas gazas envueltas en papel plástico, las abrió y se preparó velozmente un vendaje.
Volvió a su cama en un soplo, solo quería descansar, pensar en la nada o, por lo menos, no pensar en Toshiya.





- ¡Arriba holgazanes! – Kaoru apareció frente a la puerta de Toto golpeándola reiteradas veces hasta aburrirse, caminando luego hacia la de Die y Shinya realizando la misma acción.
Se paró junto a la escalera y sacando un silbato pensó en despertar a Kyo. Sopló haciendo un gran ruido y después fue directo hacia la cocina.

- ¿Que…Que hacen aquí todos?
Kaoru se llevó una gran sorpresa al ver que Die, Shinya y Toshiya estaban muy cómodos tomando desayuno, primero pensó en apocalipsis, pero luego notó sus rostros adormecidos.
- ¿Nuevamente no durmieron?
- No hables tan fuerte, me estas matando… - articuló el castaño que terminaba sus cereales blancos con leche.
El pelivioleta tomó asiento en el puesto vacio junto al azabache tratando de no hacer mucho alboroto ya que sus amigos no parecían estar de muy buen humor.
- ¿Y Kyo?
- Esta durmiendo supongo… - profirió con voz mitigada el azabache sin tomar en cuenta de que el rubio estaba junto a la puerta de la cocina con actitud reticente.
Caminó lentamente hacia la mesa siendo observado por sus demás compañeros, era inevitable mirarle, su rostro era desfalleciente y sus pasos inconstantes.
- Son las 7:10, ¿no vamos a ensayar? – Profirió prendiendo un cigarro.
Kaoru despertó de su estado de transe y se incorporó velozmente para quedar junto al rubio, llevó su brazo izquierdo sobre sus pequeños hombros y lo arrastró hacia le puerta.






- kago ni yurayura yureteta akago…waratte---- ¿que seguía?
- Rara... sayonara? ¡NO ES TAN DIFICIL KYO! – gritó molesto Kaoru despidiendo con impetuosidad su guitarra hacia el suelo.
El azabache le hizo una señal con la mano a su amigo baterista, la que ellos entendían por ‘’te veo en el baño’’. Die por su parte observaba a sus dos compañeros lanzarse improperios, ya estaba acostumbrado, era algo de lo más usual estos últimos días, donde Kyo no podía aprenderse ni una simple canción.
- ¿crees que Shinya se preocupa de hacer tan buenas canciones para que tú las dejes votadas?
- Hey, cállate! Yo me dedique de escribir la letra
- Pero yo me la aprendí primero que tú ¿Cómo explicas eso?
- ¡Entonces déjame ir y se tu el puto vocalista!
El rubio encolerizado salió disparado hacia la puerta pero antes de poder traspasar el umbral Die lo detuvo en seco.
- Donde mierda crees que vas? Ah? No seas pendejo, ya pasaste la niñez hace mucho, madura de una vez
- Tú no te metas y anda a follar a Shinya
- ¿perdón que dijiste? ¿Porque no te preocupas tu de tus cosas? Yo que sepa tienes más problemas amorosos que yo…
- …
Estas últimas palabras dejaron pensativo al más bajo, quien dio media vuelta y se lanzó al suelo con papel en mano para aprender la letra de aquella canción que tanto dolor de cabeza le causaba.
Kaoru, rojo en furia, dio media vuelta y fue a buscar a sus amigos al baño, este fue seguido también por Die luego.

Solo, sentado en medio de la sala, se sentía más libre, su corazón se apretó y su estomago se cerró, tenia desmedidas ganas de llorar. Frotó sus ojos para no dejar escapar lagrimas, pero le resultaba casi imposible, una de estas se esparció por el papel borrando justo una parte que aun no podía aprender. Lo lanzó lejos pero el viento lo devolvió cayendo justo en su rostro. Sentía que en cualquier momento iba a reventar, sus nervios estaban hasta el tope, necesitaba un relajante, quizás una cerveza o por lo menos una agua de hierba de esas que solía darle Toshiya cuando estaba desasosegado.

- Kao dice que nos vamos, bueno… por lo menos él y los demás, yo me quedo aquí contigo.
- ¿Y qué hice para merecer eso? – Dijo con tono agudo y gracioso el rubio
- Creo que tenemos que conversar algo…
- Como digas…
Los tres muchachos restantes aparecieron en la sala en ese instante, con semblante serio, Kao más que todos, ya que Toshiya intentaba no mirar a Kyo y Shinya se sonrojaba cada vez que veía al rojizo Die.
- Nos vemos… - profirió Shinya – Son ya casi las 6, Toto nos va a hacer la cena …
- Ok, cuídense en el camino – habló también Kyo.
Todos dejaron la sala de ensayos rápidamente, se estaba haciendo de noche, pero ese no era impedimento para que Die conversara seriamente con el rubio.
- ¿A quién te quieres follar ahora?
- Cállate, no es eso… no se trata de mi, se trata de ti… y de Toto.
- … No tengo por qué hablar de eso contigo – la voz de Kyo sonó apagada, un tono más bajo de lo normal, atribulada.
Die se lanzó sobre Kyo abrazándolo completamente, atrapándolo entre sus brazos. – ¿soy tu amigo por algo, no? Creo que lo habías olvidado.
Finas gotas cristalinas nacieron de los pequeños ojos del rubio. Se aferró mas al cuerpo de Die intentando calmarse, pero se le hacía imposible, sentía como la rabia le comía por dentro y en su mente no paraba de aparecer la imagen de la única persona que le importaba.
- ¿Por qué no hablas con él? Necesitan hablar…
- No tengo intenciones de herirlo, lo más probable es que termine todo mal como siempre
- Toto te ama y tu a él ¿Cuál es el problema? Por lo menos el no se arranca de ti cuando quieres hablarle… - dijo esto último recordando las acciones del tímido castaño
- No se… ya no quiero hablar de eso – Cortó el abrazo, ya no se sentía cómodo de esa forma tan abierta, su interior era un caos y ya no tenía intenciones de compartirlo con nadie. – Y… sobre tu tema, yo creo que deberías agarrar a Shinya cuando este desprevenido y le das un beso y bueno… lo demás o ves tú
Die soltó una risotada, le hacía gracia que Kyo hablara de esa forma tan osada, siempre había sido una persona reservada, su mente era pervertida, pero generalmente sus comentarios no.
- No sé, me pongo un poco nervioso
El rubio rió de forma burlona ante estas palabras recién proferidas, ¿Die estaba nervioso?
- Se nota que estas enamorado uiiiiii – Kyo elevó su brazo para golpear amigablemente el rostro del pelirrojo pero este lo esquivó rápidamente.
- Cállate, que me haces sentir tonto…-
- Pues te sientes como eres…- Kyo (luego de estas palabras) sonrió de la forma que hace ya semanas no sonreía, estaba feliz, le gustaba que sus amigos se preocuparan de esa forma de su persona
- ¿Vamos ya? – indagó el pelirrojo colocándose detrás de su amigo y agarrándole los hombros posteriormente, así lo arrastró hasta la puerta y hasta la salida del edificio.

Al llegar a la calle se llevaron la sorpresa más grande de sus vidas, más que la vez que Kaoru se tiñó por accidente el cabello rosado, o más que cuando Toshiya le hecho sal al té de Die…. Kaoru se había llevado el auto.

- ¡Puto Kaoru! – exclamaron los dos en un mismo son.






GRACIAS POR LEER, POR FAVOR DEJA UN REV!
.......................................................................................................................................................................
Boyzinlove

viernes, 10 de abril de 2009

the GazettE

Autoras categoria: Kano.

Stylish [Oneshot]

..........................................................................................................................................................................
Boyzinlove

Stylish

Autora: Kano.
Pareja: RxR

N.A: [N.Shinya: no le pregunte a la kano por que de seguro me mandaba a....]


Stylish.


Y así fue como terminó completamente solo en medio de la habitación, sin terminar de entender lo que había ocurrido. Su semblante adormilado se desvaneció inmediatamente al recordar cada una de las palabras que profiriese horas antes a su adorado Takanori. No comprendía por qué había actuado tan agresiva y precipitadamente frente a una situación tan fácil de manejar. Cubrió su rostro con ambas manos, respirando agitadamente. Recordaba las palabras dichas como si el aliento aún no terminara de enfriarse frente a su rostro. Tenía la agria sensación del disgusto marchito acabado en accidente que se tiene en las películas de amor, aquellas en las que uno de los dos decide irse a causa del egoísmo del otro. Y en este caso, era su orgullo el que no le dejaba actuar… Tal vez si Takanori no hubiera olvidado su celular antes de irse podría llamarlo para disculparse. Quizás si el menor no fuera tan orgulloso como el, o incluso más, habría vuelto sobre sus pasos para recuperar el valioso artefacto. Pero una muestra de que estaba realmente molesto era que no había regresado. Esperó, esperó… Tan sólo necesitaba una señal que le indicara que el enojo había pasado, pero al parecer esta vez sí iba enserio…





Dormía plácidamente, soñando con las más absurdas e inimaginables historias que un ser humano en su sano juicio pudiera inventar. ¿Realizaba las proezas que ni el mismo Odiseo pudo completar? ¿Daba la vuelta al mundo en setenta y nueve días? ¿Reafirmaba que su hipótesis de que el SIDA era un virus creado en los laboratorios de inteligencia de los yanquis era cierta? No, él simplemente soñaba que dormía, babeando hasta los pies de Yokohama, exactamente lo mismo que sucedía en el instante en que su sueño fue perturbado. Un bullicio molesto como el zumbido de un mosquito revoloteando sobre su oreja le estremeció, inquietando su letargo, consiguiendo hacerlo maldecir –cosa bastante fácil- entre sueños, mientras cubría su cabeza con la almohada recién babeada, rebosante de suculenta saliva que amenazaba con caer en su tímpano, martillo y yunque. Y ocurrió, lo cual hizo que cayera de bruces al suelo, completamente asqueado. Bufó un par de improperios antes de levantarse apoyándose en la cama.

To the F to the F
To the I to the I
To the L, A
(Can you feel it)

-¿Qué rayos es…? - Se acercó a la puerta, intentando descubrir el lugar donde provenía aquella singular canción de efusiva alegría. Caminó por el pasillo algo asustado, pues suponía que el perezoso de Takanori seguiría durmiendo a su lado. La verdad, ni siquiera se había molestado en verificar si su pareja continuaba en la cama, si respiraba o había muerto en una horrible pesadilla en que los coreanos invadían Japón para una tercera guerra mundial. Luego de la enorme y alborotada noche de juerga por el cumpleaños atrasado de Yuu, con suerte había podido meterlo en la maleta del auto, amordazado y semidesnudo –exageraba-. Dudaba que el cantante estuviese de ánimo para “madrugar” después de aquella sesión de sexo alcoholizada, menos poniendo esa música infernal de coreanos que pretendían rapear.
- Party people up, from now on everything here will change. Trust me FILA, now everyone wants to be my friend. They want to figure out what I want…
Un momento… Si sus oídos no se equivocaban esa era la “melodiosa” voz de su amante bandido. Eso realmente le asustaba, pero más le molestaba que lo hubiese despertado tan temprano y luego de semejante parranda. ¿Quién se creía? ¿El dueño de casa? ¡Ja! Takanori no lavaba un plato por miedo a que los gérmenes treparan a su cerebro. Aunque estaba a punto de descubrir lo contrario… Allí, frente a sus impresionados y somnolientos ojos se encontraba Takanori, corriendo muebles, barriendo, sacudiendo, trapeando y limpiando cual ceniciento. Hasta el más recóndito de los lugares de la sala de estar del departamento nunca antes limpiado de Akira, relucía fruto del laborioso empeño de su nueva ama de casa. ¡¿Pero al dueño eso qué le importaba?! No, pese a los desinteresados esfuerzos de su hacendoso novio por agradarlo y hacerle el favor de ordenar su despilfarrado departamento. Él estaba enfurecido porque Takanori había interrumpido su ritual de sueño. No, no sólo eso, además se había atrevido a importunarlo con ese bullicio y actuaba como si nada, bailando y cantando en un descoordinado frenesí de limpieza. ¡El colmo!
-¡¿Qué demonios estás haciendo, Takanori?!- Le gritó incontenible.
El aludido sonrió, mirándolo feliz.- ¡Cielo, despertaste!
Al parecer no había oído bien su queja contra la sociedad, quizás debería olvidarlo… O mejor: hacérselo notar con más agresividad, contrarrestando con una nueva pregunta.
-¡¿Cómo voy a dormir si tienes esa basura sonando a todo volumen?!
-Ah… Con que alguien se levantó de mal humor, ¿eh?- Arqueó una ceja con aires de fatua resignación, ignorando al energúmeno para continuar con su ajetreada labor, subiéndole más el volumen al equipo, como provocando a Akira. Le fascinaba fastidiarlo, pues sabía que la paciencia del rubio era escasa, o más bien nula, aunque jamás imaginó que actuaría de esa manera tan iracunda.
-¡Maldición, Takanori. Sólo déjame dormir!- Reclamó, bajándole el volumen.
-¡Y yo quiero seguir escuchando a G-Dragon!- Repuso decidido, contrariando al más alto mientras volvía a subir el volumen, esta vez al máximo.- Everybody on my left, everybody on my right.
Everybody just jump, jump, jump…
-¡Por la mierda, no jodas!- Bufó, jalándose frenéticamente e los cabellos. Se dirigió al parlante, furioso, pateándolo.- ¡Quita a esos idiotas homosexuales!- El puntapié le había dolido más a él que a los coreanos que interpretaban la peor de sus pesadillas, y el objeto apenas había sido dañado por el golpe.

Takanori parecía divertirse bastante con la escena que armaba su pareja.- ¡No lo haré!- Canturreó, mientras bailaba con la escoba de “micrófono”, mientras mecía sus cabellos al compás de la música.

-¡¡¡Suficiente!!!- Avanzó bruscamente hacía su equipo, dispuesto a apagarlo, para luego hacer trizas el CD del maldito grupo cuyo estúpido nombre no se molestaría en leer –ni que quisiera saberlo-, pero Takanori se interpuso, riendo un poco sin saber que Akira había hablado enserio.

-¿Te unirás al baile, amor?- Preguntó, tomándolo de las manos y comenzando a bailar alegremente.

-¡Maldita sea, no es gracioso!

-Sí lo es…- Respondió, aún obstruyéndole el camino hacia su presa.

-¡Deja de ser tan infantil!

-¡No quiero, tú eres más infantil!

-¡¡¡Ya quítate, imbécil!!!- Lo empujó con la fuerza necesaria –de sobra- como para clavarlo de rostro en el sofá negro en el que acostumbraban ver televisión mientras se besaban, comían o simplemente se arrojaban su cojín de cuadros. Luego de esto, retiró el disco compacto del lugar que le correspondía, leyó una vez el nombre sólo para burlarse de él. ¡Qué tontería! ¿Esos tipos se creían astrónomos que le andaban poniendo nombres de teorías del origen del universo a sus álbumes? Lo suficientemente estúpidos como para aborrecerlos, a ellos y a los que auspiciaban semejante desperdicio de dinero. Una porquería…

Abrió la ventana que daba a la calle, y ante la mirada atónita de Takanori, quien acababa de reincorporarse, lo arrojó lejos con odio, sin siquiera pensar en las consecuencias de esto. No, él simplemente no razonaba cuando alguien lo hacía enfadar.

Todo ocurrió en cámara lenta…

Perplejidad…

Silencio…

Reacción tardía…

-¡¿Por qué hiciste eso?!- Lloriqueó el más bajo, levantándose de un respingo y corriendo a la ventana en cosa de segundos, para ver cómo su preciado CD caía desde el décimo tercer piso del edificio para ser destruido por las ruedas de los vehículos humeantes.

-Puedes comprar otro…- Murmuró con desidia, bostezando largamente mientras volvía a su habitación.

-¡Ja! ¿Así de simple?- Siguió al bajista hasta la alcoba, gritándole desde el pasillo.- ¡¿Sabes lo que tuve que hacer para conseguirlo?! ¡¡¡Es como si hiciera eso con tu discografía de los Sex Pistols!

-Takanori, no hagas tanto escándalo.- Masculló, metiéndose entre las sábanas frías nuevamente.- Y no compares a los Sex Pistols con… “eso”…

-Eres egoísta e insensible, ya no te soporto…- Dicho esto, tomó su abrigo, gafas oscuras y llaves de su departamento, retirándose fugazmente del lugar.

No le dio mayor importancia, ya volvería…

Ya volvería…

No recordaba cuántas veces se había repetido las miasmas palabras…

Incluso cuando descubrió que llamarlo sería inútil, incluso cuando Tanabe lo llamó para decirle que su queridísimo novio grabaría su parte del nuevo single por su cuenta, sin motivo aparente que pudiera justificar su aislamiento voluntario. Incluso después de días y días sin recibir una sola señal de vida, incluso cuando el celular del vocalista se descargó por completo esperando la venida de su dueño; él no perdía la esperanza de que volviera. Seguía creyendo que volvería… Al menos para recuperar el objeto perdido. Sin embargo, no fue hasta el veintiocho de enero que asumió que estaba esperando a que su cabello pasara del rubio al negro, y luego a un gris blanquecino, para solucionar las cosas. Estúpida metáfora, pero fue lo único que su mente atrofiada pudo articular. De todas maneras, de nada serviría entonces, arrugado y con el pellejo carcomiendo sus huesos, disculparse con Takanori… Ya dejar pasar una semana era bastante…

No lo soportaba… Esos días sin Takanori estaban matándolo… ¡No podía valerse por sí mismo y acababa de descubrirlo! No tenía idea de cómo freír un huevo –cosa aprendida luego de casi provocar una catástrofe nuclear en el microondas- sin consultar a su salvador, Uke, en caso de hambruna. No tenía voluntad propia para elegir qué película ver en la televisión. Hasta el mocoso gringo al que sus padres olvidaron al irse de vacaciones tenía más opciones de sobrevivir que él. Últimamente lo único de lo que se alimentaba eran Kit Kats, cigarros, cerveza y comida chatarra. Aunque a veces, luego del ensayo carente de voz, alguno de los chicos –llámese Tanabe- lo invitaba a comer algo decente. Realmente había aprendido a apreciar la cocina del baterista… Y sobre todo, sobre todas y cada una de las minúsculas cosas bellas de la vida, a Takanori… Se odiaba mil veces por haberlo tratado de manera tan brutal y soez. Realmente, su madre tenía razón cada vez que le decía que no había aprendido nada, seguía siendo el mismo mocoso grosero que a los quince años. Peor aún, había insultado y maltratado al ser con el que había planificado una vida, quizás. Hasta lo había empujado y llamado imbécil.





Como a sus amigos no podía mentirles, o al menos no estando de un notorio mal humor y sin mencionar a su Takanori por más de dos días seguidos, menos si éste no iba a ensayar por motivos ultra secretos que ya saldrían a la luz pública; se vio obligado a contarles con lujo detalle la compleja situación.

“Le dije que era un imbécil, rompí su CD de coreanos bailarines y se fue del departamento sin su celular… Y ni siquiera terminó de asear la sala…” Esas habían sido las sutiles palabras que empleó para narrar su trágica historia. Bebió un poco de la cerveza que le ofrecía Uruha y daba una honda calada a su cigarro. Yuu guardaba su guitarra en su respectivo estuche, mientras Uke apuntaba unas cosas en su agenda.

-¡¿Takanori limpio tu DISORDEPARTAMENTO?!- Bromeó Aoi con un énfasis de exagerada sorpresa, pero su gesto no fue bien recibido por los presentes.

-¡No es gracioso! Ahora me odia…- Profirió el rubio, deprimido, golpeándose la cabeza contra la pared hasta cansarse y continuar golpeando ésta con el puño.

-Tranquilo, hombre… Sólo quise mezclar DISORDER, que es desorden, creo… con tu departamento que es lo mismo. Porque… es gracioso. ¿No lo es?- Miró a todos alternadamente, expectante.

-Yuu… Realmente, cállate. Has bebido demasiada cerveza, sólo dámela.- Insistió el más alcohólico de los presentes, quitándole la lata de las manos y haciendo desaparecer su contenido en cosa de segundos.

-Uke, ellos no saben consolar...- Suplicó Akira, viendo las escasas probabilidades de que los guitarristas pudiesen darle un consejo útil.

-Sí saben, créeme.- Se acercó al bajista con parsimonia, tomándolo suavemente por los hombros y llevándolo hasta el asiento más cercano. Se sentón junto a él.- ¿Lo amas?

-¡¿Cómo me preguntas eso?! ¡¡¡Por supuesto que lo amo!!!- Recalcó exasperado.

-¿Le demostraste que lo amabas con tu actitud de esa mañana?

-No…- Murmuró con arrepentimiento, pensando en que si el tiempo fuera negativo retrocedería hasta ese día y le habría preparado el desayuno a Takanori con el curso que había tenido que tomar por Internet para sobrevivir.

-¿Pensaste que Takanori detesta limpiar aun más de lo que detesta el desorden?

-¡No, maldición!- Se llevó las manos a la cabeza con frustración, enredando los dedos entre sus cabellos pajizos.

-Entonces ya sabes lo que tienes que hacer. Quizás quería demostrarte su amor…

-¿Algo así como la “prueba de amor”?- Preguntó con un poco más de ánimo.

-Tal vez, pero tú no supiste interpretarlo.

-¿Qué debo hacer entonces, maestro Kai?

-¡Sólo ve y discúlpate, tonto!- Lo golpeó en la cabeza con la palma de la mano.

-¡¿Y si no quiere volver a verme jamás?!

-Exageras -lo consoló-, te ama y sólo está dolido. Debe estar esperando que enmiendes tu error. Si no lo han solucionado es de orgullosos. ¡Cuál de los dos es más orgulloso!

-Él, yo estoy dispuesto a limpiar retretes toda mi vida para revindicarme…

-Buen comienzo, pero piensa en algo mejor.

-¿Y cómo se hace eso?- Preguntó, comenzando a desesperarse.

-No lo sé, Akira, creí que habías recibido bien tu ración de neuronas. ¿Tú qué crees?- El otro se encogió de hombros, por lo que el baterista debió pensar más para reponer.- ¿Cómo dijiste que se llamaba el grupo coreano?




¿Cómo había acabado ahí? Claro, siguiendo los excelentes consejos de su amigo Tanabe, ahora era un cliente clandestino prófugo de la ley en una tienda de música, específicamente en la sección en que las chicas comentan acerca de las canciones de sus ídolos y, por supuesto, criticaban su sentido de la moda y la belleza. Bien lo sabía él, que adoraba llegar a su sección, oculto tras un disfraz perfecto sólo para oír cómo las chicas hablaban con total libertad de su vida sexual, e incluso inventaban las más dramáticas historias que distaban bastante de la realidad. Hasta lo habían emparejado con uno que otro de Alice Nine. Pero esa no era su misión imposible del día.

Allí estaba él, justo en medio de la vorágine de la fama, intentando comprar un CD de Big Bang sin saber siquiera dónde buscar, procurando no ser descubierto por las fans al acecho de cualquier rastro del famosísimo bajista de Gazette. En caso de que lo hicieran, ¿qué podía hacer? Los rumores corrían y su reputación era algo con lo que no se jugaba. Lo negaría todo: “Estaba comprando un regalo para mi hermana”. De Ruki podían decir muchas cosas, como que se drogaba y se había casado con Aoi en Las Vegas. Pero no de él… Él sólo diría la verdad cuando su fascinación por el vocalista, oculta tras la frialdad que aparentaba en el escenario, fuera tan obvia como su forma de actuar cuando estaban peleados. Cuando su amorío de años fuera imposible de ocultar al ir de compras al lugar más gay del mundo tomados de la mano. Ahí quizás sería tiempo de decir la verdad, antes no…

Con un titubeo de endeble seguridad, tomó la caja sobre la cual se podía apreciar el nombre y la imagen del grupo por el cual Takanori alucinaba mientras aseaba, cocinaba, cantaba, e incluso cuando iba al baño. ¿Orinaría pensando en el G-Dragon del que tanto hablaban las chicas, y que tanto parecía gustarle? ¿Qué tenía él que pudiera gustarle? Es decir, por lo que había visto en las fotos que circulaban por Internet y que “accidentalmente” había visto, ninguno de ellos era muy atractivo. Y el que se hacía llamar el líder, era bastante bajo en comparación con los demás. Todos querían parecer más rudos de lo que en realidad eran. Pues no, no lo eran. Su single dejaba mucho que desear, quizás deberían dedicarse a otra cosa. Aunque de Gazette las fans decían lo mismo… Era preferirle ahorrarse sus comentarios malintencionados y comprar de una vez el famoso disco. Había unos cuya carátula realmente le mareaban, pero finalmente decidió comprar uno que tenía una canción que podría traducirse como “hacer el amor”, o algo así. Había logrado convencerse por completo de su compra, cuando en la música de la tienda comenzó a sonar nuevamente la desagradable canción que días atrás había arruinado el buen humor que no tenía.


My energy (my energy) Don’t stop
Everybody together (don’t stop the beat)
Fly higher, unfold your dream to the world
We are family, number 1 fresh and clean
Challenge (yourself) stronger until the day your breathing stops


Prácticamente corrió a la caja, impulsado por una suerte de energía sobrenatural, extendió el disco a la muchacha que atendía y se excusó, sin siquiera ser interrogado.- Le compraré este a mi novi-…a…

La joven sonrió amablemente, marcando su valor en la computadora con ese objeto tan gracioso que podía descifrar las líneas verticales del código de barras. Con su encantadora y dulce voz pronunció lo que debía pagar por aquel obsequio, y sin más cuestionamientos asintió, entregando su dinero plástico y sin haber escuchado lo que dijo la chica. Estaba ensimismado, siguiendo la letra de la canción, intentando aprender coreano en unos segundos. Recibió su boleta y con la compra en mano, salió lo más rápido que pudo del lugar.

Caminó por las atestadas calles, ahogándose entre el tumulto de gente que no repara en golpes ni gritos, buscando con la mirada el lugar donde Tanabe esperaba para llevarlo a su departamento –habían cancelado su licencia por tres meses cuando cometió una infracción ligeramente grave-. Esperó a que la luz del semáforo cambiara, mientras miraba la bolsa en su mano izquierda con recelo. Como ese día el caos atestaba la ciudad, y no es que fuera muy tranquila que digamos, el bajista intentó concentrarse para ignorar el irritante bullicio que a diario le provocaba horribles jaquecas. Intentó relajarse, eliminar la tensión, distrayéndose con una conocida melodía proveniente de una pantalla gigante sobre un edificio. ¡¿Qué era esto?! ¿Acaso el mundo se había puesto de acuerdo para recordarle lo cruel que había sido con Takanori? ¡¿Es que esos coreanos del demonio no lo dejarían en paz?! Con el dolor de su orgullo, volteó mientras avanzaba con paso lento, para contemplar lo que jamás debió haber visto… ¡Eran los coreanos parientes de Miyavi! Se mandíbula se desencajó al enterarse del comunicado que hacían por televisión: “¡Big Bang de gira por Japón! Se presentarán los dos primeros días del próximo mes para lanzar…”

No pudo oír más, pues una bocina lo sacó de su trance. Cruzó la calle corriendo, reponiéndose del bochorno de haberse quedado en medio de la calle al no poder hacer dos cosas a la vez. Avanzó hasta el lugar en que se había estacionado su amigo. Se metió en el asiento copiloto, veloz como un rayo, con la respiración agitada.

-¿Sucede algo?- Inquirió el menor, poniendo en marcha el vehículo sin apuro.

-Los primeros días del próximo mes… Febrero… ¡Febrero!- Finalmente reaccionó- ¡Es el cumpleaños de Takanori! ¡¿Cómo pude olvidarlo?!- Gritó colérico, jalándose los cabellos y abofeteándose mientras se repetía que era un bastardo en términos obscenos de barrios marginales.

-¿Qué, Akira? ¿Qué pasa el primero de febrero?- Preguntó confundido, sujetándole las manos al rubio para evitar que siguiera auto flagelándose.

-Viene Big Bang, Uke… Pero eso no importa, lo que sí importa es que soy el peor novio del mundo, ¡un bastardo que no merece vivir!

-Repite lo primero.

-¿Qué cosa?- Alzó la vista, arqueando una ceja.

-Lo primero que dijiste, ¿qué fue?

-¿Qué viene Big Bang a Japón?

En los labios del baterista se formó una sonrisa maliciosa, mientras en sus ojos un destello de picardía se dejó ver en el instante en que tuvo uno de esos atisbos que siempre le permitían solucionar cualquier conflicto. Tenía un plan, el mejor de todos…



Impaciencia…

Sudor…

Agonía…

Nervios…

No podía esperar para comunicarle aquella importante decisión. Estaba ansioso como un niño que espera la reacción de su madre luego de entregarle su obsequio del día de las madres, que normalmente es una tarjeta horrenda que ellos creen que es linda, pero en el fondo él y su madre saben que no lo es. Así, desesperado… Se había levantado más temprano que de costumbre aunque no tenía ensayo –a pesar de ser viernes-. Debía hacer una llamada urgente, antes de perder el juicio por completo. Incluso había escrito en un trozo de confort indecente las palabras que debía pronunciar. Se armó de valor y tomó su teléfono, tembloroso, marcando con dificultad el número indicado, el cual sabía de memoria.

-Contesta…- Murmuró, sospechando al sexto tono que Takanori no tenía intenciones de contestar. Él nunca hacía esperar demasiado a la gente, menos en un horario accesible. Suspiró, recordando que el teléfono del vocal tenía visor. Iba a cortar la inexistente comunicación, cuando del otro lado se oyó una voz que fingía formalidad.

-Sexshop Matsumoto & Company, ¿a quién desea ordenar?

-¡¿Shima, qué demonios haces ahí?!

-¡Akira, qué grata sorpresa!- Pudo imaginar a su amigo pronunciando eso a todo volumen, para que el dueño de casa pudiera oírlo. Se oyó a alguien murmurar a la distancia, supuso que sería Takanori.- Justo estábamos hablando de ti…

-¿Ah sí? No jodas…- Todo su buen ánimo y positivismo se convertían lentamente en un manojo de dudas y cavilaciones.- ¿Me dejas hablar con…?

No fue necesario. Antes de que pudiera terminar la frase, se oyó un “¡Dame eso!”, y posteriormente la voz ronca de su pareja.

-¿Se te ofrece algo?- Preguntó tajante.

-Yo… Mira… No, no mires.- Rió con nerviosismo, tosiendo copiosa y forzosamente.- Verás… Quería saber si podemos hablar… Juntarnos, ya sabes.

-Por supuesto que podemos hablar, ¿no es lo que estamos haciendo en este momento?

-No me refiero a esto, Takanori. Necesito que nos juntemos. Tenemos que hablar, ¿no crees?

-Algo tarde, pero acepto tu proposición. ¿A qué hora?

-¿En dos horas?- Preguntó dubitativo.

-Déjame revisar mi ocupadísima agenda.- Mintió, sólo quería respirar muy hondo antes de acceder.- Sí, está bien por mí. En ese café que me gusta, y procura ser puntual. A diferencia del tuyo, mi tiempo es valioso.- Y sin más, cortó la comunicación.

“¡Igual de idiota que siempre!” Exclamaron los dos al mismo tiempo, aunque en distintos lugares y con diferente entonación. Mientras Takanori lo hacía como un reclamo contra la vida, Akira lo hacía con un idílico enamoramiento masoquista. Ambos estaban ansiosos, y aunque lo negara rotundamente, el vocalista estaba bastante entusiasmado con el encuentro, extrañaba las estúpidas jugarretas de su novio y necesitaba verlo tanto como ansiaba patear su trasero por haber tardado tanto en hacer aquella llamada decisiva.





Salió de su departamento una hora antes de lo previsto, intentando controlar sus nervios y la crisis de pánico que amenazaba con romper lo poco de estabilidad emocional adquirida viendo el programa de Ophra los últimos días. Entre sus manos llevaba lo que había comprado en la tienda de música, jugando con el paquete para distraerse un poco. Caminó unas cuantas cuadras hasta llegar al lugar acordado, el cual no era muy concurrido, y era respetado por la inquebrantable discreción de sus trabajadores. Por eso podía ir ahí con Takanori cada vez que quería, estaba seguro de que ya los conocían, pero no ponía en duda la fidelidad de su amado lugar de paz. Apartó una mesa al rincón, donde siempre se sentaban a fumar, platicar y beber café con su adorado “cantante”. Pidió un capuchino con galletas, pues no había desayunado –pues no había mucho que comer en su devastado refrigerador-, y esperó…

Y esperó… Y esperó… Y esperó… Y cuando se había resignado ante la idea de que lo habían plantado, una cabeza castaña con lentes de mosca apareció, caminando con elegancia hacia él. Se levantó apresurado para saludarlo, pero Takanori hizo el gesto técnico de que se mantuviera apartado.

-¿Cómo estás?- Preguntó finalmente Akira, luego de un prolongado e incómodo silencio.

Odiaba esa pregunta, y el bajista lo sabía. Aun así se atrevió a preguntar.- Así como me puedes ver…- Respondió, haciendo una seña al mozo mientras encendía un cigarrillo.

-Estás más delgado. ¿Has comido bien?

-Para nada, no tengo ánimo ni para masticar… ¿Quieres?- Tendió su cajetilla de Pianissimo, ofreciéndole, sin dobles intenciones, pero el otro los rechazó. Paradójicamente, siempre era Takanori quien robaba los cigarros de los demás. Akira sonrió para sí.

-Takanori, yo…- Iba a continuar, pero el aludido le indicó que se callara pues el joven mesero esperaba para tomar su orden.

-Quiero té rojo helado, por favor…

-¿Algo más?- Preguntó el muchacho de no más de veinticinco años, mirando desconcertado a su cliente, quien lucía demacrado y con los pómulos más marcados desde la última vez que había ido al lugar. Se consideraba fanático encubierto de Gazette, y aún así no podía pedir el autógrafo de su ídolo, conformándose sólo con recoger las migajas de los platos que Ruki usaba, tomando las boletas con la firma que a veces desechaban. Kano, quien atendía desde hace dos años la misma mesa, se sentía casi un miembro importante en la relación de sus clientes, pues siempre se había preocupado de interferir en lo que podía, y siempre apartaba la mesa especialmente para ellos.

-Nada más, gracias.- Contestó cordial, arreglándose el cabello despreocupadamente, viendo como el chico se retiraba.

-Espera un momento.- Los dos presentes voltearon a verlo, pues no había especificado quién era el destinatario de su mensaje.- Apuesto a que ni siquiera has desayunado.- Dirigiéndose a Takanori.

-Eso a ti no te importa, no tengo hambre…

-Tráeme… ¿Pasteles tienes?- Preguntó, mirando al garzón directamente a los ojos.

-Por supuesto, de frambuesa, limón, chocolate, manzana…

-De limón, tráeme el trozo más grande y delicioso que haya.- Miró al vocal con satisfacción, sabiendo que no podría resistir la tentación, ya que era su pastel favorito.

-Te detesto…- Masculló minutos después, viendo el plato con el colosal trozo de pastel de limón ser colocado frente a sus ojos famélicos. Devoró con la mirada cada parte de él, estimulando su sistema nervioso, incitando a sus glándulas salivales a secretas esa sustancia mucosa que tantas veces había compartido con su interlocutor, ya prácticamente compartían su ADN de tantas veces que había tragado, literalmente, las babosadas del rubio. Justo en ese momento, su estómago comenzó a suplicar por un poco de glúcidos que engullir.

Y de pronto…

-Perdóname…

-¿Qué dijiste?- Se sorprendió, mirándolo con los ojos desorbitados y enormes, casi como los de un occidental, mientras degustaba el primer trozo del suculento manjar.

-Perdóname, Takanori.- Puso su mano sobre la izquierda del castaño, mirándolo de forma patética, logrando conmover en una ínfima cantidad al menor.- Lamento haberte tratado tan mal, fui un idiota… Lo siento…- Las palabras habían salido, no se habían atorado en su garganta y ahora podía respirar con normalidad. Ahora sólo quedaba esperar el veredicto de Takanori.

-Akira…- Desvió la mirada, nervioso.

-Espera, aún no digas nada.- Saco de la bolsa el paquete misterioso y se lo extendió. El otro lo miró con desconfianza y lo abrió lenta y pausadamente.

-¡Oh, por el dios del sake!... ¿Akira son…?- Su rostro se iluminó y miró el obsequio embobado por varios minutos.

-Feliz casi cumpleaños y disculpas, Takanori…- Sonrió con tristeza, mordiéndose el dedo pulgar, esperando la reacción del más bajo.

-¡Me compraste otro CD!... ¡Y dos entradas para ver a Big Bang el día de mi cumpleaños! ¡¡¡Y son V.I.P.!!! We are V.I.P.! We are V.I.P.! Who’s the V.I.P.?- Canturreó mientras hacía un baile que a Akira le pareció bastante gracioso.

-No está autografiado, pero…

Se detuvo y frunció el ceño, interrumpiéndolo.- ¡Eres un maldito, sabías que te perdonaría de inmediato!

-En realidad, si no me perdonas puedes quedarte con ellas…

-¡¿Estás loco?!- Golpeó la mesa exageradamente.- ¡No puedo creer que lo hayas hecho por tu cuenta! A ti no se te ocurren esta clase de cosas.

-En realidad…

-No me importa, te perdonaría de todas formas, idiota.- Murmuró avergonzado, levantándose para abrazar efusivamente a su novio a modo de reconciliación.

-Lo siento mucho, Taka… Prometo controlarme, no volverá a ocurrir…- Lo estrechó con fuerza, acariciándole la cabeza.

-No te preocupes, no volveré a tratar de limpiar tu departamento.

-Oh…- Rió algo decepcionado, volviendo a sentarse, imitando al vocal.- ¿Te vas a comer eso?- Apuntó el platillo con el pastel a medio consumir.

-No, todo tuyo.

Akira lo miró con hambre –al pastel-, arrasando con él en cosa de segundos. Luego de eso, pagaron la cuenta a medias y se retiraron del local cuando un viento helado comenzaba a soplar. Takanori se acercó al más alto, tomando su mano observando distraídamente el cielo.

-Oye… Akira… ¿Me acompañarás al concierto?- Habló con voz trémula, y cerró los ojos intentando predecir los movimientos del otro.

El bajista más rudo de los cinco continentes se crispó en nerviosismo, conteniendo el aliento al imaginarse con una bandita de fan negra y blanco con doble B, de Big Bang, atada en la nariz; con Takanori sobre los hombros gritando eufórico la letra de las canciones. Se vio bailando Stylish al descubierto, frente a todos quienes pudieran reconocerles, haciendo el ridículo frente a toda la nación. ¡¿Pero qué demonios le importaba?! Si eso hacía feliz a Taka, él lo haría sin protestar. Además, había gastado su dinero en las entradas, le correspondía ir, ¿no? De todos modos hasta le había terminado gustando la canción, y la había guardado en su ipod.

-¿Por qué no?- Respondió, sonriendo ampliamente mientras rodeaba en una abrazo a su pareja para protegerle del frío. Caminaban por un parque en actitud amorosa, sin ser observados más que por los pájaros que huían para refugiarse del crudo invierno de amarillo color, que para ellos no era más que una vaga melodía, amarga, y ahogada por las voces que coreaban con entusiasmo en su imaginación…






Fin



....................................................................................................................................................................
Boyzinlove

Los Fantasmas No existen!

Autora: -Perséfone-
Pareja: ----

N.A: ante todo , respeto todas las creencias y opiniones sobre ese tema.



CAP1. ''No creo en los fantasmas''




Era un día lluvioso y frío , no apto para poder pasear por las calles en las cuales se dispersaba la ciudad . Las nubes tapaban el rey del cielo y la gente corría estresada bajo su paraguas en un intento de no empaparse , acción imposible en la mayoría de los casos . El tráfico se empotronaba en las estrechas carreteras y como resultado el caos se hacía presente , sin poder moverse ni los coches ni los peatones . Pero ellos se encontraban en la casa del rubio , un hogar tranquilo , sin complicaciones y envuelto en un ambiente bastante cálido , riendo y bromeando como solían hacer siempre .
Un hombre atractivo de labios finos , pelo oscuro y piel medio atezada se encontraba expulsando el humillo del tabaco con chispa mientras era observado por unos ojos espiantes , desafiantes y maliciosos , esperando su sonrisa victoriosa y las palabras que le hacían entender que , una vez más , había perdido el juego .

- Vamos Kaoru , dilo ya -

- ¿ Que diga el qué , Kyo ? -

- Si estás deseando ... -

- ¿ El qué estoy deseando ? ¿ El decir que he ganado de nuevo ? -

- Exacto ... -

- ... Muy bien - Se incorporó hacia delante , cogió su caballo negro e hizo unos movimientos en forma de L por el tablón , echándose después en el sillón y colocando sus pies encima de la mesa , despidiendo otra vez el humo contenido en sus pulmones . - Jaquemate -

- ¡ Estoy harto ! Tú sabes jugar al ajedrez , ¡ yo no tengo ni idea ! -

- Así se aprende , Kyo -

- ¡ Die tampoco sabía jugar y también me ha ganado ! -

- Pero yo soy más perspicaz , pequeño gruñón - Pronunció el chico pelirrojo riéndose del más bajo quien se alteraba cada vez más .

- ¡ Tú cállate ! ¡ Si para saber el porcentaje de tu coeficiente intelectual tendrían que sumergirse en lo más profundo del océano ! -

- Ya , chicos , no discutáis más . ¡ Bastante tenemos con el buen día que se nos ha presentado ! - Se oyó una suave voz proveniente del castaño baterista , quien se mostraba al margen de todo lo que ocurría en aquella sala .

- Shin tiene razón . Kyo , admítelo , no sabes perder - Sonreía Kaoru de forma libertina y triunfante , dando la última calada a su quinto cigarro de la mañana .

- Cierra el pico fumador del mal -

- Oh , vamos . Deja tu mal humor mejor para la noche , te pones muy sexy cuando estás enfadado -
Todos los allí presentes volvieron a reír una vez más mientras el rubio se sonrojaba tanto como para parecer un tomate . Lo que ninguno sabía es que el mayor lo había dicho en serio .

- ¡ Calláos todos de una vez ! Yo no soy sexy -

- Ooooh , claaro que lo eres -

- ¡ No lo soy ! -

- Si lo eres - Reclamaban todos en coro para darle más tensión al asunto y hacer enojar más al dueño de la casa .

- ¡ Iros a freír espárragos ! -

- Por cierto , hablando de ir ... - Pensaba Kaoru mientras se ponía de pie . - ¿ Qué vamos a hacer hoy ? -

- Poca cosa , ¡ mira cómo está el cielo ! Supongo que veremos alguna peli de terror , ¿ no , chicos ? -

- Die , a Kao no le gustan -

- Pero a mí sí , Shin -

- ¡ Y qué le importará a él que a tí te gusten ! -

- ¡ Y qué me importará a mí que a él no ! -

- ¡ Me apunto ! - Sonreía el chico de pelo azabache quien tenía la misma cara dulce de todos los días . - ¡ Quiero una de fantasmas ! Kyo , ¿ tienes alguna de ésas ? -

- No , no tengo -

- ¿ Te dan miedo ? -

- ¡ No , idiota ! - Intentaba ocultar ese nerviosismo que tanto le delataba . - Es tan sólo que encuentro patético que hagan filmes de esas cosas . ¡ Los fantasmas no existen ! -

- ¿ De verdad crees eso ? -

- Claro que lo creo Toshiya -

- Qué seguro estás de ello ... -

- Hablas como si alguna vez te hubieras topado con uno . Qué pasa , ¿ los fantasmitas te persiguen ? -

- ¿ Quieres que te demuestre que sí existen ? - Le miraba con una ceja arqueada y una curvatura de labios que insinuaba que el de cabellos oscuros quería salirse con la suya .

- ¿ Y cómo vas a hacerlo ? ¿ Te vas a grabar con una manta por lo alto y me lo vas a mandar por e-mail ? -

- Hay una casa no muy lejos de aquí . Está en ruinas y mucha gente que ha estado merodeando por ella dice haber escuchado cosas raras y sentir otras también bastante extrañas .

- ¿ Y tú te lo crees ? -

- Claro , ¿ por qué no ? -

- Es una tontería tan grande como un templo -

- Ah , ¿ sí ? ¿ Y por qué no vamos entonces a ver si es cierto ? -

- ¡ Bah ! Id vosotros si queréis . Yo me quedo aquí , no me gusta hacer el indio -

- ¿ O es que tienes miedo ? -

- ¡ Que no , demonios ! - Se fue directo a su cuarto con la intención de cambiarse de ropa mientras hablaba en voz alta para que Toshiya le escuchase . - Ya verás . ¡ Ya verás que todo eso es mentira ! Voy a ir sólo para que te des cuenta -

- Perfecto - Dijo el más alto guiñándole el ojo a los demás . - Nosotros ya nos vamos para allá . Coge una grabadora y una cámara de fotos , ¡ te esperamos ! - Acto seguido todos abandonaron la vivienda de Kyo ... Todos menos Kaoru , quien se había dispuesto a esperar al más bajo mientras se miraba a un espejo que había colgado allí arreglándose un poco los cabellos , mirándose después a sus propios pintados ojos y sonriendo .
- Pero qué guapo estás con esa perilla cochambre , Kaoru - Se decía a sí mismo con un tono humorístico . - Así es seguro 99% que el enano al que esperas no se te resista , eres demasiado listo . Oh , sí -
Unos tres minutos más tarde se le apareció un Kyo peinado a su manera - pero que el mayor pensaba que le quedaba fantástico - con su ropa de siempre y su mirada un poco maquillada , como si quisiera ocultar así la dulzura que en ella reposaba . Le escuchaba refunfuñar maldiciendo todo lo que veía , cosa que le hacía mucha gracia , y podía escuchar cosas como " Qué fantasmas ni qué leches , lo que tienen mucho cuento " o algo parecido a " Oooh , qué miedo voy a pasar . Malditos criajos " , y también algo como " que Dios me perdone por matar de esta absurda manera mi apreciado tiempo" .
Aún no se había percatado de la presencia de Kaoru , pues estaba tan ensimismado en la tarea de maldecir a todos que ni siquiera se había dado cuenta que estaba enfrente suya , sonriéndole de la forma que él sólo lo hacía mientras él permanecía sentado en el sofá , listo para abrocharse los botines . Alzó la mirada por unos instantes , quedándose paralizado en el ipsofaco y parando poco a poco su broche de cordones .

- ¿ A quién le rezabas , Kyo ? -

- A nadie , bobo -

- Como digas . Venga , termina de amarrarte los zapatos y vamos a la casa encantada -

- Uuuuuh , qué miedito ... - Se puso de pie luego de finalizar y se acercó hacia el más alto con cautela , quizás para decirle algo , quizás para no . Mas , al abrir sólo un poco la boca para empezar a hablar oyó un ruido en la cocina como si hubiera sido una piedra chocar con un muro . Sin poder pensarlo antes se abrazó al mayor con fuerza , escondiéndose en su pecho asustado mirando al pasillo que conducía hacia aquella sala , a la par que éste reía ante la acción del rubio .

- ¿ Qué demonios ha sido eso ? -

- ¿ No decías que no tenías miedo ? -

- ¡ Y no lo tengo ! Sólo que no me lo esperaba ... -

- Claaaro - Afirmaba fingiendo , acariciándole la cabeza a quien se encontraba entre sus brazos - Va a ser eso ... -

- N-no hagas eso ... -

- ¿ El qué , Kyo ? - Sabía perfectamente a qué se refería , pero no iba a dejar de acariciarle .

- Sabes muy bien de qué te hablo -

- No seas tonto ... -


En la calle se había detenido un poco la lluvia , y tres jóvenes no paraban de reír ante lo que había acabado de hacer el de cabellos azabaches .

- Toshiya , ¡ tienes la puntería como la de mi abuela cuando está sin gafas ! - Reclamaba el pelirrojo entre risas sin poder cesar sus emociones .

- ¿ Cómo pretendías que le diera al cristal so pedazo de cacho de carne ? Si le hubiera dado a la ventana con esa piedra tan enorme ¡ me lo habría cargado ! -

- ¿ Creéis que se habrá asustado ? -

- Shin , ese enanito malo es muy sensible , ¡ todos le conocemos ! En el fondo es un tonto -

- En eso tienes razón , Toto . Bueno , vayamos a esa ruina tan famosa de la que hablas antes de que el firmamento se ponga de nuevo a llorar -

- Qué profundo te ha quedado eso , Die -

- Es que soy un romanticón , Shin - Le dijo sonriéndole , encaminándose con los otros dos personajes hacia esa casa supuestamente llena de espectros y fenómenos sobrenaturales .

Una vez allí todos discutían por quién debía entrar primero ; la escena realmente se veía algo repulsiva , extraña y metida en un ambiente un poco paranormal ; era como si una burbuja de temperatura diferente la envolviera . Kyo miraba hacia arriba sin decir nada , verdaderamente estaba algo asustado , nunca había visto cosa similar a esa y tampoco había sentido jamás lo que percibía su piel en aquellos momentos .

- Kyo , ¿ has traído lo que te dije ? -

- Sí , aquí lo tengo dentro de la mochila -

- Pues hala , entra -

- ¿ Y por qué no lo haces tú primero ? -

- Porque yo no tengo miedo -

- ¡ Eres un pesado con el miedo ! Está bien , ¡ seré el primero en entrar ! -

- Activa la grabadora antes de hacerlo ... -

- Sí , para grabar todos los insultos que voy a dedicarte en todo este tiempo que estemos aquí - Se adentró en el lugar pisando con cuidado de no caerse debido a los escombros que se hallaban en el suelo , dándole a REC y dejando al objeto que hiciera su deber .
Shinya se encontraba todavía fuera observando el alrededor de aquellos muros caídos , el cielo cubierto de nubes grises , el crujir de los desnudos árboles viejos y las hojas que arrancaba el violento viento de ellos llevándoselas a otro lugar encantado . Desde su posición podía sentirse la tensión que cubría cada habitación de aquellas paredes , y ya se cuestionaba si quería entrar o no .

- ¡ Shin ! ¡ Vamos , entra ! - Escuchó la voz de Die quien se limitaba a hacerle un gesto con la mano para que lo siguiera . Él solamente asintió y , despacio , se adentró en la vivienda derrumbada , notando cómo sus vellos se erizaban al sufrir un cambio brusco de temperatura .

- Aquí hace mucho frío ... - Se quejaba el castaño baterista mientras se friccionaba los brazos , mirando hacia todos lados .

- Es normal , donde hay espíritus suele bajar mucho la temperatura , ¿ no sabías eso , Shin ? -

- Qué estupidez ... - Susurró el primero el cual iba con la grabadora en mano . - Si no os calláis no podremos grabar con claridad el silencio que le hará ver a Toshiya que los fantasmas no existen -

- ¿ Estás haciendo fotos , Kyo ? -

- Házlas tú , yo estoy grabando -

- Está bien . Dámela - Acto seguido el azabache recibió la cámara digital y comenzó a hacer fotos por todos los rincones .
El rubio iba a paso lento divisando la pintura caída de las paredes esparcida por el suelo en forma de pequeños trozos de cal , viendo también así los grafittis y ridiculeces que la gente que había estado antes que ellos allí habían pintado sobre los tabiques .

- ¡ Toshiya , Toshiya ! ¿ Qué te parece lo que he encontrado ? - Se mostraba burlón a la vez que señalaba con las dos manos sonriente los dibujitos marcados en los muros . - Lo han hecho los espíritus , ¡ son todos unos artistas ! -

- Eres un imbécil , Kyo -

- Ah no , ¡ ya sé ! La gente ha venido a marcar aquí su territorio ¡ y han tenido que salir corriendo porque la niña de The Ring se les ha aparecido ! -

- No te burles de estas cosas , cabeza de color amarillo pollo enfermo . No es bueno hacer eso -

- Oh , vamos Toshiya , ¡ estás obsesionado con todo esto ! Que si los fantasmas me persiguen , que si bajan los grados cuando ellos permanecen en un lugar , que si bla bla bla ... ¡ Tonterías ! ¡ Todo eso s-son ... tonterías ... - Repentinamente el rubio tuvo que callar de inmediato al ver pasar una especie de silueta sombría delante suya por la pared , desapareciendo así por el rincón que daba al otro muro paralelo a la misma .
Se quedó estático por unos segundos , mirando luego a sus compañeros medio sonriendo incrédulo , viendo aparecer a Die por una de las esquinas comprendiendo así todo .

- ¡ Daisuke ! -

- ¡ Dígame usted mi sargento ! -

- No vuelvas a hacer eso ... -

- ... ¿ El qué ? -

- ¡ Como que te crees que no he visto tu sombra pasar enfrente mía ! ¿ Has sufrido una llamada de la naturaleza o qué ? -

- Etto ... Kyo ... Yo ... No me he movido de esta habitación -

- No me mientas , ya soy muy viejo para caer en tus redes -

- Vamos a ver Kyo , si yo estoy aquí ¡ no puedo estar allí ! - Le explicaba el pelirrojo con mucho entusiasmo - ¿ Tú entiendes eso ? -

- ¿ Qué es lo que has visto , Kyo ? - Salía Kaoru de otra habitación a la izquierda del nombrado .

- ¡ Ah ! Vale , que has sido tú , ¿ cierto , Kao ? -

- ¿ Eh ? No sé de qué me hablas -

- ¡ Qué demonios intentáis ! ¡ No conseguiréis lo que queréis ! ¡ Yo he visto una sombra y de seguro habéis sido alguno de vosotros ! -
Todos se miraban sin encontrar explicación , realmente no sabían a qué se refería el más bajo . Entonces habló Toshiya quien estaba convencido cada vez más de que , al fin y al cabo y como de costumbre , se iba a salir con la suya .

- Será mejor que nos separemos y busquemos por nuestra cuenta . ¿ Qué creéis ? -

- Que vais a intentar asustarme -

- Te juramos que no , pequeño macabro . Si quieres puedes ir con Kao si así te sientes más seguro -
El rubio no dijo nada , sólo miraba al suelo algo sonrojado . - Vamos , Kao - Fue lo único que pudo vocalizar después de unos segundos , dirigiéndose decidido a subir las arruinadas escaleras que se caían a pedazos poco a poco .
Sin saber de dónde una pequeña piedrecita se hizo escuchar en aquel cuarto , chocando contra su pie . Se quedó mirándola , desviando su vista después hacia su derecha en la misma dirección que se encontraba aquella chinita , encontrándose así con el azabache . - ¡ Toshiya ! -

- ¿ Qué te pasa , te has perdido ? -

- Al menos espérate a que desaparezca para asustarme -

- Ya estamos con los rompecabezas . ¡ Yo no he hecho nada ! -

- ¡ Cómo que no , me has tirado esta piedra que ves aquí ! -

- Kyo no ... -

- ¡ Adiós ! - Y rápidamente desapareció de allí , llamando a Kaoru quien iba delante de él para que le esperase .
Die , quien lo había visto todo , se acercó al más alto , haciéndole un gesto de interrogación .

- ¿ Qué le has hecho , Toto ? -

- ¡ Te juro que nada , Die ! No le entiendo , de veras . Enfin , vayamos a inspeccionar los tres . -

Se encontraba subiendo a la primera planta mientras oía cómo cada escalón se quejaba débilmente al ser pisado , oyendo el resonar del viento por los pequeños espacios que hacían de él una melodía bastante triste y desconsolada . A cada paso que daba los grados de su cuerpo bajaban , así como su valentía . Al llegar al último poyete vio cómo las pequeñas piedrecillas caían hacia abajo , pensando que quizás esa era la razón por la que aquella piedra pequeña se chocó contra su pie , pero ¿ quién había pisado ahí para que eso ocurriera?
- ¿ Kyo ? - Lo llamaba Kaoru desde la habitación en la que se encontraba . - ¿ Puedes venir un momento ? -
El menor se fue directo hacia él quien se mantenía observando una pared llena de agujas y chinchetas . En ella permanecía la foto de un niño sujeta con una de las tachuelas .

- ¿ La ves ? -

- Sí ... -

- Aquí antes habían muchas más fotos . Ahora ya sólo queda una -

- ... Y ... ¿ Qué ha pasado ... Con las otras ? -

- Quizás se hayan desvanecido con el aire -
Kyo no sabía qué pensar ; era verdad , ¿ dónde estaban las otras fotos ? Pero también podría ser que se las hubieran llevado , ¿ no ? -

- Piensa si quieres que las han podido robar . Pero yo conocía a la mayoría de esos niños , y no los he vuelto a ver -
Simplemente se mantuvo callado , no sabía si le mentía o si realmente era cierto , pero dudaba que Kaoru pudiera bromear con una cosa como esa .

- Kyo , ¿ no te sientes extraño ? -

- ... A qué te refieres .. -

- No sé , triste , decaído ; extraño ... -

- ... Sí ; me siento así . ¿ Cómo lo sabes ? -

- Por el ambiente que nos rodea , y más si hablamos de niños -

- Kaoru ... -

- Esto antes era una residencia para niños menores de 12 años - Hablaba el mayor a la vez que veía algunos dibujos infantiles esparcidos por el suelo . - Será mejor que nos vayamos de aquí -

- Por favor ... -

- Te sientes mal , ¿ verdad ? -
Justo en ese momento se escuchó el " click " famoso del botón de la grabadora cuando se le daba para que dejara de grabar . Los dos chicos Se quedaron perplejos , sin poder articular palabra alguna ; por suerte para ellos el chico azabache los encontró y pasó para hablarles .

- Qué frío hace también aquí . Kyo , ¿ me prestas la grabadora ? -

- Cl-...Claro - Le tendió la mano con el objeto en ella notando cómo de forma veloz se quedaba sin él , escuchando un <<>> que se alejaba rápidamente . - Sí ... Será mejor que nos vayamos - Al ir a dar un paso un palomo gris - al cual estaba esuchando desde hacía ya tiempo - se movió en un árbol , el cual pudo ver a través de los cristales rotos de la ventana , maldiciendo al animalito las veces que solamente Kyo era capaz en tan solo una micromilésima de segundo . Acto seguido se volteó , pues escuchó como un rechineo de puerta y , efectivamente , aquella puerta que había permanecido medio cerrada se encontraba abierta completamente .

- Kaoru ... -

- Dime -

- ... ¿ Esa ... Esa puerta no ... No estaba ... -

- ¿ Medio abierta ? Sí . Y ahora está abierta entera . Así que larguémonos de aquí -


Die merodeaba al lado del baterista observando todos los restos de la pieza en la que se hallaban , haciendo fotografías a todos los rincones y escuchando cosas extrañas , pero que no le importaban demasiado , hasta que oyó su nombre en un susurro apenas audible .

- Toshiya , ¿ me has llamado ? -

- No , a ver si ha sido Shinya -

- Shin-chan ... -

- Yo también he oído mi nombre , Die -
Se quedaron contemplándose por muy poco tiempo sin poder separar los labios para decir cualquier cosa ; entonces miraron al azabache quien se había girado mirándose el hombro. - ¿ Quién ha sido el gracioso ? -

- ¿ De qué hablas Toto ? -

- Die tú me has tocado el hombro -

- Yo no te he tocado nada -

- Chicos , ¿ no lo notáis ? -

- ¿ El qué , Shin ? - Miraban expectantes al castaño baterista quien dirigía la vista hacia todos lados , como si quisiera encontrar algo .

- ¿ No lo habéis notado vosotros ? -

- Dinos el qué de una vez ... -

- A mí me han soplado en la cara -
El pelirrojo soltó un bufido cargado de tensión , ese jueguecito en el que le había involucrado su amigo estaba comenzando a hartarle .

- Esto ya no me hace gracia , será mejor que nos vayamos , Toshiya -

- ¡ No ! Yo tengo que demostrarle a ese enano que ellos existen -

- ¿ Quiénes son ellos , Toshiya ? -

- ¡ Los espíritus ! -

- ¡ Ni siquiera tú los ves ! Vámonos Shinya -

- Por favor Die , quedáos ... -

- ¡ Por un maldito capricho tuyo lo estamos pasando mal ! Seguro que Kyo y Kaoru se han ido ya ... -

- Por favor , no me dejéis aquí solo ... -
Die se paró con Shinya , mirándole molesto pero a la vez de forma comprensiva . Suspiró y , sin encontrar otra opción , dio su brazo a torcer .
- Está bien ... Pero que sea rápido -
El azabache solamente sonrió y siguió inspeccionando . Miró las fotos que habían estado haciendo ... En todas aparecían unas especies de orbes , unas más pequeñas que otras , pero que todas indicaban lo mismo : no estaban solos .
Fue a la única habitación que le quedaba ; no podía decir con claridad a qué lugar de la casa pertenecía realmente , pero parecía un cuarto de baño . El espejo se hallaba roto con huellas de manos en él , y al pisar escuchaba los sonidos de los cristales restantes del mismo en un sonido extrañamente llamativo . Se quedó mirándose al espejo por unos momentos y luego continuó con la acción que llevaba a cabo desde hacía aproximadamente unos 20 minutos .

- ¿ Te encuentras bien , Shin ? -

- Sí Die , sólo que este sitio es muy frío -

- Tranquilo , ya falta poco . -

- Si se le mete una cosa en la cabeza tiene que hacerla a la fuerza ... -

- Tienes razón . Pero , ¿ sabes ? - Se sentó al lado de él y le pasó un brazo por los hombros - Me temo que esto nos está ocurriendo porque debemos de aprender algo . -

- ¿ El qué ? Porque yo no le encuentro sentido -

- Ya lo sabremos ... -
De repente , un grito procedente de su derecha llamó la atención a los dos chicos que se encontraban descansando , viendo después a un Toshiya con el rostro pálido corriendo hacia ellos . - ¡ Vámonos de aquí ! ¡ VÁMONOS DE AQUÍ ! -

- ¡ Pero Toshiya ! Aun no has visto esto ... -

- ¿ ¡ EL QUÉ DEMONIOS QUIERES QUE VEA ? ! - Se acercó a donde permanecía el pelirrojo quien señalaba en el suelo una especie de señal : era un nombre escrito .

- Caroline ... - Dicho esto se pudo escuchar en el dormitorio en el que Toshiya había estado anteriormente un fuerte porrazo el cual alarmó a los tres muchachos , yendo a ver qué es lo que había ocurrido . Una vez allí todos vieron el resultado : el espejo se había caído del todo .

- ¡ Esto es una broma de mal gusto ! ¡ Larguémonos de aquí ! -

- ¡ Die , Toshiya ! ¡ Mirad ! - Shinya retiraba las viejas y rotas cortinas de la bañera mientras señalaba el interior de ésta , coloreada de un rojizo esparcido en manchas por toda esta. - ¿ Eso es ... -

- ¡ Sí mierda ! ¡ ¿ Por qué creíais que chillaba tanto si no ? ! ¡ Es sangre , SANGRE ! -




Kyo y Kaoru estaban de nuevo en la casa del primero , intentando no recordar lo que habían vivido , pues no era una experiencia muy agradable .

- Jaquemate -

- ¡ Me cago en ... -

- Qué sexy te pones cuando estás enfadado , my Kyosín -

- ¡ Que no soy sexy ! -

- Oooh , claro que lo eres -
El más bajo se rindió ante Kaoru , que le dijera eso él realmente era un halago y esperaba que , entre toda la grabación que había hecho , Toshiya le devolviera el objeto y así al reproducirlo se escuchara lo que verdaderamente quería que oyera el más alto . Hablando de Toshiya ...

- Kao ... ¿ Crees que estarán bien ? -

- Supongo que sí , Kyo -

- ¿ Supones ? -

- Es que eso no depende de mí , sino de ellos . Nosotros hemos hecho bien en marcharnos de un territorio que no es el nuestro . -

- Me han dado mucha pena esos niños ... -

- Ya decía yo que debías tener un gran corazón - Lo miró sonriendo , viendo el leve rojo de las mejillas del rubio , pero no iba a decírselo , porque estaba enormemente hermoso , así que se dispuso sólo a seguir hablando . - Ha sido lo mejor que hemos podido hacer , Kyo . Irnos -

- Creo que llevas razón -

- Es como si ahora viniera yo y me adueñara de tu casa -
El menor lo miró con expresión sarcástica , ¡ y es que realmente se había apoderado de su hogar !

- No me mires así , si te molestase ya me habría ido . Anda , siéntate aquí a mi lado y esperemos a mañana . -
Kyo obedeció al mayor y , con suma delicadeza y timidez , se acomodó al lado suya mientras notaba el brazo de Kaoru por encima suyo , sonrojándose aun más y escondiendo su rostro en el pecho de éste , mientras la lluvia de la noche humedecía los sentimientos de la ciudad .

.........................................................................................................................................................................
Boyzinlove

sábado, 4 de abril de 2009

KYANDÊ

Autora: Shinya
Pareja: KyoTo Oh

N.A: Ooh 手紙 ~

CAP.3


Gegenwart, gegenwart ... innerhalb jeder meiner Bewegungen ... makabre Schatten folgt mir, sie fangen mich...

Despertó esa madrugada con el rostro empapado en sudor. Aun que fuera necesario, no tenía intención alguna de levantarse, su cuerpo estaba adormecido, cansado como era normal cada mañana.
Dio un empujón a su pequeño cuerpecito, expulsándose con el torso, pero eran necesarias maquinas inmensas para sostener –como sentía él - su pesado cuerpo.
- Levántate imbécil, tu madre espera por ti…- se habló a sí mismo con un tono de voz enfadado, pero le hacía gracia pensar en que extrañaba de aquella forma a su mamá, de todas formas era todo lo que tenia.

………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………


La tetera hirvió hasta su punto exacto, el humo volaba hacia el techo descuidado mientras descargaba su furia con fuertes bramidos.
El vapor había ya mojado la superficie del techo escabroso, se podían ver las gotas de líquido resaltar casi listas para ceder hacia el suelo.
- ¿Tooru viene? –
- Solo a retirar sus cosas, luego se va… - la voz de la madre del rubio se quebró en estas últimas palabras, ¿debía quedarse solo? ¿era realmente lo adecuado? Habían tantas opciones…
- tranquila… de seguro vuelve en unos días, ya sabes cómo es – profirió de vuelta su hija mientras ojeaba una revista que sostenía en el marco de la puerta – madre, corta ya esa puta tetera, ese ruido no me deja concentrar.
La señora se disparó a quitar el recipiente de metal de sobre la cocina. Solo un problema, estaba sin guantes. Por lo que al sentir el contacto intenso del metal retiró sus dedos dejando caer la tetera.
- ¡Bien, madre!, así se hace… - se burló la muchacha.
- No te burles de mi madre pedazo de idiota… -
Tooru en ese momento había entrado por la puerta de la cocina sin que nadie se diera cuenta. Se acercó a su madre y recogió el recipiente con unos guantes luego.
- Parece que la gente se vuele tonta sin mí…-
- Cree eso, no te necesita— - se detuvo, ya que el codo de tu madre se incrustó justo en su estomago.
El rubio se fue de la habitación sin decir nada, silenciado, con la cabeza agachada y manos en los bolsillos.
- Si me necesitan, estaré en mi alcoba –

El muchacho de baja estatura subió las largas y oscuras escaleras, las que daban camino hacia su antigua habitación, la que lo había acompañado toda su vida, tanto en los momentos de sombra como en los de albor emocional.
Traspasó el umbral de la puerta a paso lento y estado ya pisando la alfombra burdeo que estaba en el centro, respiró profundo y comenzó a recoger todo lo que le rodeaba, desde ropa interior a cartitas de amor pasadas.
Mientras revisaba una caja repleta de estas su conciencia pareció rejuvenecer, recuerdos iban y venían, chicas en secundaria, primaria, todas aquellas palabras de amor incrustadas en un pedazo de papel.
- Nunca me besaron…- recordó.
Eso si era para él algo interesante. Su problema no podía definirlo como algo reciente, puesto que no podía asegurar no aver sentido esto en el pasado, nunca antes lo habían besado, no hasta esa tarde con Sonoko.
Dejó la caja repleta de papeles en el suelo, había decidido no llevarse las cartas.

Arrastrando su pesada maleta caminó hacia el primer piso por las escaleras, aquella era muy pesada, incluso para sus brazos bien formados, delgados, pero en buen estado, se podía notar detalladamente las marcas de sus músculos en todo el lardo de la extremidad.
Llegó por fin abajo. Dejó caer sus pertenencias a la alfombra, al chocar hizo mucho ruido, por lo que su madre pudo saber enseguida que Tooru estaba a punto de partir definitivamente de su hogar.
- ¿ya te vas? …- inquirió acongojada la mujer mayor.
- Sí, tengo mucho que hacer…
- ¿quieres tomar once por lo menos?
- Me encantaría madre, pero… estaré muy ocupado, ¿te parece otro día?
Los ojos de la anciana se iluminaron totalmente ante estas palabras, ¿su hijo volvería a visitarla?
- Cuando así sea, te tendré la mejor de las comidas mi bebe
Se acercó al rubio rápidamente para besar una de sus mejillas y abrazar su delgado cuerpo, a lo que el menor respondió amablemente, después de todo… se trataba de su madre.
- Ya me voy… - interrumpió el muchacho.
Su madre sonrió lo más posible, no quería que su hijo se fuera preocupado por ella… ¿de dónde había sacado eso? Tooru no iba a estar preocupado, solo ella pensaba aquello, lamentablemente.
El rubio agarró su maleta con más seguridad y partió hacia el exterior. Un paso hacia el patio, dañando el césped con sus grandes botas militares, raspando la tierra. Aun que él no se diera cuenta… estaba empezando una nueva vida, aun que él no quisiera admitirlo, comenzaría esta vez a ser una nueva persona.

Anterior | Siguiente



.........................................................
Boyzinlove

Perfil Rei

rei

Nombre real:
Error
sexo: Mujer
Edad: 17
Vive en: Brrrrrp brrrrrp, Chile
Msn: prophet.vomitz@hotmail.com
Estudia/trabaja en: más brrrrrp, pero estudia, a veces xD
Hobbies: Escribir, bass, escuchar música, hablar, jugar Pokemon y Super Mario 3, leer, dormir y tomar fotos
Idolos: Toshiya!
Orientación sexual: u///u
Estado: soltera y felíz xD
Color favorito: azul
Estacion del año favorita: Otoño e Invierno
Acerca de sus fanfics: KyoTo, ToKyo, YooSu~
Pareja yaoi favorita: KyoTo
Pareja yaoi que detesta: KaoruxToshiya D: WHAT IS THE FUCKING PROBLEM WITH THE PEOPLE???
4 cosas que te hagan perder la cabeza: Toshiya, kendra wilkinson, Herman Hesse, Perros, Gatos, Charmander *-*~
Cosas que te hacen enfadar: mentira, hipocrecía, extremos ( en tooodos los sentidos), falta de respeto
tus mas grandes tesoros (nombra 3): Mi familia, mis amigos y Dir en grey~
Otras cosas que te gusten: Los libros de herman hesse ( especialmente Demian y Steppenwolf), Bishonens, bishojos, El sonído del bajo, las historias biblicas del antiguo testamento (?), las imagenes incinuantes, Los gremlins, From G's To gents, el drama, la poesía y muy especialmente los relatos cortos
Frase típica: 'Shut the Fuck up', bueno últimamente es la que más uso :/




....................................................................................

Boyzinlove

jueves, 2 de abril de 2009

Perfil Shinya

rei
Nombre real: G/X/C/L
sexo: Lamentablementemujer.
Edad: 15
Vive en: Santiago de Chile, estación central.
Msn: Shinya.tosaku_@hotmail.com
Estudia/trabaja en: Liceo Carmela Carvajal de Prat y trabaja en este blog XD
Hobbies: Escribir, Dibujar, bateria, photoshop, leer, ver japanese gae porn ;D, preocuparse de Boyz in Love, mirarse al espejo, aprender japones, etc.
Idolos: 心夜 -------- Jrockers: 戒, 輝喜, 京, ゆうき, Yukke, etc. Other: Katsumi Yanagisawa, 김희철~[Homos unite!], Mike Shinoda, Tobin Bell y la profe Arancibia.
Orientación sexual: Homosexual
Estado: soltera sin compromiso (?), aun que no busca a nadie tampoco.
Color favorito: Turquesa.
Estacion del año favorita: Otoño y primavera.
Acerca de sus fanfics: Principalmente Dir en grey, DiexShinya, aun que tambien escribe aveces de KxK. Estilo oscuro pero romantico Algo mejor que eso?
Pareja yaoi favorita: DiexShinya!
Pareja yaoi que detesta: Muchas XD especialmente los CualquiercosaxDie. OMFG IS TERRIBLE! Q1
4 cosas que te hagan perder la cabeza: ver a Shinya sonreir, escuchar la voz de Shinya, ver/escuchar a Shinya tocar bateria y ver a Die con Shinya.
Cosas que te hacen enfadar: Poseros, gente mentirosa, gente falsa e idiota.
tus mas grandes tesoros (nombra 3): Shinya u///u , Las baquetas de Shinya, y el amor que YO SE QUE EXISTE de Die por Shinya.
Otras cosas que te gusten: Las rosas [me recuerdan a Shin], las maripozas [me recuerdan a Shin], los perritos [ya dije, me recuerdan a Shin], Sushi, yaoi, yuri, travestis~ [pero los k se ponen pechos no u,u], ''hombres'' y ''mujeres'' anfoteramente anfoteros~, guantes de cuero negros, winnie poh, Pearl~ , Resident Evil, Saw, muñecos diabolicos, moda retro, Colores fosforecentes y sencibles al ojo, Los simpsons, Magie, canal 13, poperas asiaticas lelas, Yellow [manga], NANA, dientes blancos~, ETC!
Frase típica: ''Por que él tiene eso y yo no? 77''



.......................................................................................................................................................................................
Boyzinlove