KYANDÊ

Autora: Shinya
Pareja: KyoTo
N.A: Espero que les guste tanto como el otro! ya se nos viene Toto (OwO)b Serán mas capitulos de los que yo pensé, pero seran mas cortos, por lo que se crearan de forma mas rápida! ♥


CAP2.

Se reflejaba, al otro lado del cristal de su ventana, la que fue en un principio tenue y, ahora, agresiva lluvia. Apoyó sus brazos en el borde inferior de la ventana y descansó la cabeza en el marco derecho de esta misma. Deslizó uno de sus dedos por el vidrio, intentando tantear, sin resultado, la humedad del líquido incoloro que por el otro lado resbalaba.
- Tu madre me pidió que viniera a verte… - se escuchó esta voz seguida del sonido de la puerta al cerrarse.
- Gracias, Yin – expresó con voz mitigada el rubio, sin mirar a la chica castaña que se encontraba tras sus espaldas – Pero estoy bien…
- Dudo que lo sucedido no te haya afectado…, era tu cita, una hermosa chica, el papel de rudo no te queda…- Profirió la chica, ignorando la vestimenta negra y de estilo rockera que traía puesta Tooru.
El rubio , por su parte, no quitaba la vista del cristal, no le interesaban los comentarios de Yin, una joven amiga de su madre, ellos solo lo aburrirían hasta sacarlo de quicio, siempre era así, la chica se veía agradable, pera no era más que una puta víbora.
Tooru por fin se dio la vuelta, se paró justo en frente de la chica que era unos centímetros más baja que él, y le agarró el mentón con vehemencia.
Quedó estupefacta un par de segundos, Tooru estaba muy cerca, podía sentir su hálito chocar contra sus pómulos.
La piel tersa de los labios del rubio rosó la boca de Yin, y al notar que la chica no se inmutaba, se lanzó a sus labios por un instante.
Se fue alejando de a poco, estaban tranquilos, rodeados de movimientos apaciguados, sosegados y confundidos, por lo que la reacción agresiva de Tooru alertó a la chica, despertándola del transe.
Tooru dio un paso atrás.
Se llevó las dos manos a su boca y la cubrió completamente, sus ojos bien abiertos. Sentía el cuerpo tiritar. El sabor amargo se había apoderado nuevamente de su cavidad. Escupió hacia la alfombra y se quitó el resto de saliva con la mano.
- To-Tooru, ¡¿pero qué mierda te pasa?! - articuló la muchacha al despertar.
- …-
- ¡Responde maldito imbécil! ¡¿Por qué me besaste?!
El más alto [N.A: nunca pensé utilizar aquella frase al momento de referirme a Kyo] se acercó a la mujer dando pasos bruscos.
- ¡VETE DE MI DEPARTAMENTO! –
- Pero, Tooru…-
- ¡VETE! –
La chica indignada, y más que confundida, aturdida, dejó el departamento velozmente, pero claro, sin antes cerrar la puerta con una fuerza desmedida.

Tooru corrió hacia la cocina, ofuscado, sin la cabeza sobre los hombros, no entendía cual era la causa de este extraño síntoma, no recordaba haber comido alguna cosa extraña, tampoco recordaba haber sido embrujado. Se acercó a la llave e hizo correr el agua, estaba muy fría. Con las manos juntas acumulo líquido y se la llevó a la boca, enjuagando y luego expulsándola hacia la corriente.
Desorientado se fue hacia el sillón, se tendió y se tapó los ojos con el antebrazo izquierdo.
- Nigai aji*…- susurró.

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- Vivir solo…- susurró, con las pocas fuerzas que le quedaban, la madre del rubio. Con un nudo en la garganta caminó hacia un asiento, se dejó caer y colocó la carta sobre la mesa.
- No te sientas afligida, madre. Tooru te ama… solo deben ser sentimientos secundarios al accidente –
- Amor, si fuera por eso me lo hubiera dicho…-
La hermana del rubio se quedo pensativa, caminó cavilando hacia un extremo de la sala y luego volvió hacia donde estaba su atribulada madre.
- Realmente…. Dudo que Tooru se hubiese acercado a contarte
- ¿Ah? ¿Qué dices? …- preguntó indignada la mujer mayor. – es mi hijo, ¿Cómo no podría contarme?
- Los jóvenes tenemos otra forma de pensar, linda… lo siento, además – pausó mientras se llevaba una mano al mentón – Tooru es un caso realmente..... especial.

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*Nigai Aji: sabor amargo.

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